La inclusión financiera en Ecuador: un enfoque integral para cerrar brechas económicas

 

La Inclusión Financiera: acceso, uso y calidad como pilares del bienestar común

La inclusión financiera constituye un eje central para el desarrollo económico y social de los países. Se trata de un proceso que busca garantizar que todas las personas, especialmente aquellas en condiciones de vulnerabilidad, tengan la posibilidad de acceder, utilizar y beneficiarse de servicios financieros de calidad. Estos tres elementos acceso, uso y calidad son fundamentales para entender la amplitud del concepto y para evaluar las políticas públicas y los avances institucionales en esta materia (Vargas Acosta, citado en BBVA, 2024; OCDE, 2013; CEPAL, s. f.).


Historia y evolución de la inclusión financiera

La inclusión financiera tiene raíces históricas en la necesidad de democratizar el acceso a los recursos económicos. A finales del siglo XIX y principios del XX, los servicios financieros eran principalmente urbanos y elitistas. La creación de cooperativas de ahorro y crédito y la expansión de la banca popular marcaron los primeros esfuerzos por acercar los servicios financieros a la población en condiciones de vulnerabilidad (Loaiza Córdova, s. f.; RFD & UASB, 2019).

Un hito clave fue el microcrédito, impulsado por Muhammad Yunus y el Grameen Bank en Bangladesh durante los años 70, que demostró que personas de bajos ingresos podían acceder a crédito y generar desarrollo económico sostenible (Yunus, 2007, citado en Loaiza Córdova, s. f.). En la actualidad, la digitalización y las billeteras móviles han ampliado el alcance de la inclusión financiera a poblaciones rurales y segmentos tradicionalmente excluidos (BBVA, 2024), consolidando un enfoque multidimensional que integra acceso, uso y calidad, junto con educación financiera y protección al consumidor (RFD & UASB, 2019).

Definiciones desde distintos enfoques académicos e institucionales

La literatura internacional y regional ha abordado la inclusión financiera desde diferentes perspectivas, coincidiendo en destacar la relevancia de sus tres dimensiones principales:

  • CAF – Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe: la inclusión financiera es un fenómeno multidimensional, que va más allá del acceso físico a servicios financieros, integrando también su uso efectivo y la percepción de calidad por parte de los usuarios (Vargas Acosta, citado en BBVA, 2024).
  • OCDE: la inclusión financiera debe entenderse como un proceso que promueve el acceso asequible, oportuno y adecuado a una amplia gama de productos y servicios financieros regulados, fomentando su uso extendido en todos los segmentos de la sociedad (OCDE, 2013, citado en Hacienda Chile, s. f.).
  • CEPAL: define la inclusión financiera en tres dimensiones: acceso, vinculado a la disponibilidad; uso, relacionado con la frecuencia y profundidad; y calidad, asociada a la pertinencia, eficiencia y satisfacción de quienes emplean los servicios (CEPAL, s. f.).
  • Instituto Peruano de Economía (IPE): plantea que la inclusión financiera implica garantizar el acceso y uso efectivo a servicios financieros de calidad, siendo estos elementos básicos para evaluar el nivel de inclusión de un país (García, s. f.).
  • RFD y UASB: señalan que, además de acceso, uso y calidad, deben integrarse dimensiones complementarias como la educación financiera, la protección al consumidor y la regulación para lograr un sistema verdaderamente inclusivo (RFD & UASB, 2019).

Acceso, uso y calidad: más que indicadores

  • Acceso: posibilidad real de contar con servicios financieros formales, desde cuentas de ahorro hasta seguros o créditos. Incluye factores como costo, proximidad geográfica y facilidad de requisitos (CEPAL, s. f.; Loaiza Córdova, s. f.).
  • Uso: frecuencia con que los individuos emplean dichos servicios; una cuenta bancaria inactiva no garantiza inclusión (OCDE, 2013, citado en Hacienda Chile, s. f.).
  • Calidad: los servicios deben responder a las necesidades de los usuarios, ser confiables, transparentes y contar con adecuada protección al consumidor (RFD & UASB, 2019).


Buenas prácticas para fomentar la inclusión financiera

  1. Educación financiera integral: programas de formación en ahorro, crédito, seguros y planificación financiera (Loaiza Córdova, s. f.).
  2. Diseño de productos inclusivos: microcréditos, microseguros y cuentas flexibles adaptadas a las capacidades de los usuarios (BBVA, 2024).
  3. Digitalización y tecnología accesible: plataformas móviles y pagos electrónicos para ampliar cobertura y reducir costos (BBVA, 2024).
  4. Alianzas estratégicas: cooperación entre bancos, cooperativas, ONGs y gobiernos (RFD & UASB, 2019).
  5. Transparencia y confianza: información clara sobre costos, tasas y condiciones (OCDE, 2013, citado en Hacienda Chile, s. f.).
  6. Segmentación inclusiva: productos para mujeres, jóvenes, poblaciones rurales o personas con discapacidad (CEPAL, s. f.).

Aspectos a considerar para avanzar en inclusión financiera

  1. Barreras culturales y sociales
    • La desconfianza hacia la banca formal y los servicios financieros limita la participación de ciertos grupos, como mujeres, adultos mayores o poblaciones rurales (Loaiza Córdova, s. f.; CEPAL, s. f.).
    • Las prácticas de inclusión deben ser sensibles a contextos locales, considerando idioma, cultura y normas sociales, para garantizar que los productos financieros sean aceptados y utilizados (RFD & UASB, 2019).
  2. Infraestructura y conectividad
    • La digitalización es clave, pero requiere acceso a internet, electricidad y dispositivos móviles (BBVA, 2024).
    • Se debe asegurar la interoperabilidad de plataformas y la disponibilidad de servicios de pago digitales en zonas remotas, evitando que la brecha tecnológica genere nuevas formas de exclusión (OCDE, 2013, citado en Hacienda Chile, s. f.).
  3. Regulación y supervisión efectivas
    • La protección al consumidor es fundamental: contratos claros, tasas justas y mecanismos de resolución de conflictos (RFD & UASB, 2019).
    • La regulación debe equilibrar innovación financiera con seguridad y sostenibilidad, promoviendo productos responsables y evitando el sobreendeudamiento (CEPAL, s. f.; Loaiza Córdova, s. f.).
  4. Educación y alfabetización financiera
    • No basta con ofrecer servicios; es crucial que los usuarios comprendan su funcionamiento y riesgos asociados (BBVA, 2024).
    • Programas de capacitación adaptados a distintos niveles educativos permiten un uso efectivo de cuentas, créditos y seguros, incrementando la confianza en el sistema financiero (García, s. f.).
  5. Medición integral de inclusión financiera
    • Es necesario evaluar no solo el acceso, sino también el uso activo y la calidad percibida por los usuarios (CEPAL, s. f.; RFD & UASB, 2019).
    • Los indicadores deben reflejar impacto real en la vida de las personas, como capacidad de ahorro, inversión en educación o emprendimiento, y resiliencia frente a contingencias económicas (Loaiza Córdova, s. f.).
  6. Fomento a la innovación responsable
    • La implementación de tecnologías financieras (fintech) debe orientarse a la inclusión, garantizando seguridad, accesibilidad y confiabilidad (BBVA, 2024).
    • Productos innovadores como microseguros, créditos digitales o billeteras móviles deben adaptarse a la realidad de los usuarios para aumentar su uso efectivo y sostenible (OCDE, 2013, citado en Hacienda Chile, s. f.).

Análisis crítico: inclusión financiera y bienestar común

La verdadera inclusión financiera trasciende la mera apertura de cuentas bancarias; se trata de garantizar que el acceso se traduzca en uso productivo y sostenible de los servicios financieros, con calidad y protección para los usuarios. Esto permite que los hogares enfrenten contingencias, inviertan en educación y emprendimientos productivos, y se reduzca la pobreza (BBVA, 2024; CEPAL, s. f.; Loaiza Córdova, s. f.).

El acceso, uso y calidad no son metas aisladas, sino herramientas para garantizar equidad social, movilidad económica y desarrollo sostenible. Solo así la inclusión financiera se consolida como un instrumento estratégico para la transformación social y la reducción de la desigualdad (García, s. f.; RFD & UASB, 2019).


Referencias

BBVA. (2024). Inclusión financiera: qué es y cómo puede reducir la pobreza. BBVA. https://www.bbva.com/es/sostenibilidad/que-es-la-inclusion-financiera/

Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). (s. f.). Preguntas frecuentes: ¿Qué es la inclusión financiera? Naciones Unidas. https://www.cepal.org/es/inclusion-financiera-pymes/preguntas-frecuentes

García, R. (s. f.). La inclusión financiera, una herramienta de desarrollo sostenible. Instituto Peruano de Economía. https://www.ipe.org.pe/portal/la-inclusion-financiera-como-herramienta-de-desarrollo-sostenible/

Hacienda Chile. (s. f.). Estrategia nacional de inclusión financiera. Ministerio de Hacienda de Chile. https://biblio.hacienda.cl/estrategia-nacional-de-inclusion-financiera/introduccion

Loaiza Córdova, I. (s. f.). La inclusión financiera: evolución y buenas prácticas. Instituto Peruano de Economía. https://www.ipe.org.pe

OCDE. (2013). Inclusión financiera y desarrollo económico. Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.

Red de Instituciones Financieras de Desarrollo (RFD) & Universidad Andina Simón Bolívar (UASB). (2019). Inclusión financiera integral: acceso, uso y calidad. Quito, Ecuador.

Vargas Acosta, R., citado en BBVA. (2024). Inclusión financiera: qué es y cómo puede reducir la pobreza.



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