Metodología de evaluación crediticia



La principal actividad de las entidades sistema financiero de un país es la intermediación financiera, la misma que por sus características le genera la mayor parte de sus beneficios y por tanto los mayores riesgos. Los intermediarios financieros facilitan la canalización del ahorro hacia la inversión y, con esa actividad, aportan al crecimiento de la economía.

Esta actividad está sujeta a una serie de riesgos financieros como resultado del proceso de transformación de activos y pasivos, destacándose el riesgo de crédito o contrapartida (counterparty risk) propio de la administración de carteras de cuentas por cobrar.

La principal actividad de las entidades sistema financiero de un país es la intermediación financiera, la misma que por sus características le genera la mayor parte de sus beneficios y por tanto los mayores riesgos. Los intermediarios financieros facilitan la canalización del ahorro hacia la inversión y, con esa actividad, aportan al crecimiento de la economía.

Habitualmente la palabra riesgo tiene una connotación negativa: algo que debemos evitar. En este sentido, el negocio bancario supone precisamente eso, gestionar los riesgos propios de la actividad de intermediación financiera con el objetivo de obtener una rentabilidad conducente con la creación de valor de para los accionistas.

Comúnmente los agentes económicos adoptan perfiles adversos al riesgo, motivo por el cual el accionar orientado a minimizar, transferir y/o mitigar los riesgos conducía a los bancos a rechazar aquellas operaciones que no ofrecían plenas garantías, la gestión moderna del riesgo de crédito establece como objetivo gestionar el riesgo de crédito para obtener una rentabilidad acorde con un nivel de pérdida esperada asumida, comprometiendo para ello una porción de su capital propio en cumplimiento de la normativa. Esto significa que una operación crediticia con una mayor probabilidad de impago, no necesariamente tiene que ser mal negocio, debe obtener una rentabilidad mayor que compense el riesgo de crédito asumido.

En ese sentido, para gestionar apropiadamente una cartera de créditos y realizar una colocación adecuada de los recursos, las entidades financieras se ven en la necesidad de medir el riesgo de crédito, utilizando diferentes enfoques y metodologías desarrolladas en éste ámbito. 

La evaluación crediticia de los créditos de pequeña empresa se debe realizar desde tres aspectos:
  •     Análisis cualitativo, que nos permita evaluar la moral de pago del cliente.
  •      Análisis cuantitativo, que nos permite analizar la capacidad de pago del cliente.
  •     Destino del crédito, que nos permita identificar el destino del crédito y minimizar el riesgo crediticio de un probable desvío de recursos hacia actividades diferentes a las indicadas en la evaluación.
      Riesgo de Crédito
    
    Existen diferentes definiciones sobre el riesgo de crédito, de acuerdo a la recopilación de normas de ASFI, se entiende al riesgo de crédito como la probabilidad de que un deudor incumpla, en cualquier grado, con el repago de sus obligaciones con la Entidad Financiera de modo tal que se genere una disminución en el valor presente del contrato.

     De acuerdo con Christopher, el riesgo crediticio es el riesgo de pérdida como resultado de que el prestatario (emisor de deuda) no pueda hacer los pagos completos y oportunos de intereses y/o principal. El riesgo de crédito tiene dos componentes. El primero se conoce como riesgo de impago, o la probabilidad de incumplimiento, es decir, la posibilidad de que un prestatario no pague, incumpliendo con su obligación de hacer los pagos completos y oportunos de principal e intereses, de acuerdo con los términos del contrato de la deuda. El segundo componente es la severidad de la pérdida en caso de incumplimiento, es decir, la parte del valor de un bono (incluyendo intereses no pagados) que el inversionista pierde. Un incumplimiento puede dar lugar a pérdidas de diversas magnitudes.

     Según la Guía de Gestión de Riesgos, es la posibilidad de que un prestamista incurra en pérdidas debido al incumplimiento del prestatario o de la contraparte en operaciones directas, indirectas, o de derivados, que conlleva el no pago, el pago parcial o la falta de oportunidad en el pago de las obligaciones pactadas. Se reconoce que esta posibilidad de pérdida puede provenir directamente de un evento de incumplimiento, en cuyo caso la pérdida puede afectar al estado de pérdidas y ganancias, o también puede presentarse como resultado del deterioro en la calidad crediticia del prestatario, emisor o contraparte, reflejándose en una disminución en el valor presente del contrato.

      Análisis Crediticio Tradicional

      De acuerdo con Robert et. al, bajo este enfoque el analista financiero puede utilizar el modelo de las cuatro C del crédito, al momento de evaluar una solicitud de crédito:

      El incumplimiento de pago debe definirse con cautela, por lo que es necesario identificar todo atraso que conlleve un coste para la organización. Para ello se han de verificar las siguientes condiciones:


        a) el atraso percibido ha de ser real y no estimado, según fechas concretas marcadas en la contratación del crédito, en función del método estipulado para su amortización por las partes contratantes.


          b) el atraso ha de producirse en, al menos, una cuota de amortización del microcrédito. 

    c) el atraso considerado ha de suponer un incremento en el costo para la entidad más que proporcional al habitual en caso de no sucederse esta contingencia. Generalmente, estos incrementos suelen darse en términos de costos administrativos debido al incremento monetario que supone realizar un seguimiento y gestionar el pago de un crédito cuyo reembolso mantiene un retraso considerable. Se define atraso a 15 a más días.


Carácter
.- son las cualidades de honorabilidad y solvencia moral que tiene el deudor para responder a un crédito. Para inferir el comportamiento futuro de un deudor es necesario utilizar información sobre sus hábitos de pago y comportamiento pasado (Como se ha comportado en operaciones crediticias pasadas) y presente (Como se está comportando actualmente en relación a sus pagos) esto marcará una tendencia y por ende una probabilidad de mantener un similar comportamiento para futuros eventos.

      La evaluación del carácter o solvencia moral de un cliente debe hacerse a partir de elementos contundentes, medibles y verificables tales como: pedir referencias comerciales a otros proveedores con quienes tenga crédito, obtener un reporte de Buró de Crédito, verificar demandas judiciales y obtener referencias bancarias.


    Robert et. al.  señala que carácter también implica el análisis de la calidad de la administración, evaluando las políticas y estrategias del negocio, tales como: dirección estratégica, filosofía financiera, tendencia conservadora, record histórico, planificación exitosa, sistemas de control, entre otros aspectos.


    Capacidad.- Se busca medir la habilidad del prestatario para generar fondos que le permitan pagar la obligación, para lo cual es necesario realizar un análisis de los estados financieros, calcular los flujos de caja, para el caso de firmas se debe complementar con una evaluación económica de las tendencias en la industria, el entorno regulatorio y la posición competitiva.


    De acuerdo a la normativa actual, cada entidad financiera debe contar con políticas de evaluación de deudores, que permitan evaluar la capacidad de generación de flujos de caja positivos, su estabilidad, su tendencia, la suficiencia de los mismos en relación con la estructura de pasivos ajustados al ciclo productivo del negocio y los factores internos y externos que podrían motivar una variación de la capacidad de pago tanto en el corto como en el largo plazo.


    Respecto a los flujos de caja y según Vargas, se debe analizar el flujo de actividades de operación, inversión y financiamiento, para posteriormente realizar la proyección del flujo de efectivo libre de la firma y del flujo de efectivo libre para los accionistas.


     Colateral.- Una operación crediticia puede ser con o sin garantía, colateral se refiera a todos aquellos elementos de que dispone el negocio o sus dueños, para garantizar el cumplimiento de pago en el crédito, es decir las garantías o apoyos colaterales; mismos que se evalúan a través de sus activos fijos, el valor económico y la calidad de estos. No es recomendable determinar el monto del crédito basado en el valor que tiene la garantía que respalda el crédito, el monto de la operación debería ser calculado en base a lo que el cliente puede pagar y no a lo que se podría embargar si se incumple el crédito.


     Uno de los fundamentos del análisis de crédito establece que no debe otorgarse un crédito que no tenga prevista una segunda fuente de pago, a menos que el margen de la utilidad sea muy alto, lo que permitiría correr un mayor riesgo. Esta segunda fuente, funciona como “un plan B” en caso de que el cliente no pague, algunas opciones de colateral podrían ser: aval, pagaré, contrato prendario, fianza, seguro de crédito, depósito en garantía, garantía inmobiliaria.

     Condiciones.- Robert et. al.  plantea que en las condiciones se consideran los acuerdos que generan limitaciones y restricciones respecto a las actividades del prestatario, estos pueden sr de tipo afirmativo como realizar el pago de intereses y capital a tiempo o cumplir con el pago de impuesto; pero también pueden ser negativos (prohibitivos) generando restricciones por ejemplo al incremento de deuda; estas restricciones pueden ser evaluadas por medio de indicadores como el test de mantenimiento o el test de contracción de la deuda y los tes.


    Capital.- Se refiere a los recursos, propiedad del deudor, que han sido invertidos en el negocio (patrimonio) o los bienes y propiedades de los que dispone la persona para, eventualmente, usarlos en caso de dificultades de pago por una reducción en la generación de ingresos, incluso por una situación de desempleo temporal.


     Necesidades financieras de las pequeñas empresas


    Las operaciones que normalmente solicitan las microempresas están destinadas a financiar dos tipos de necesidades: Transitorias o Permanentes.


      Necesidades Transitorias (o de Corto Plazo):


     Son las que tienen una aparición temporal y luego desaparecen. Se financian con pasivos de corto plazo. Se clasifican en:


    Cíclicas.- Transitorias en cuanto a su duración, pero repetitivas en el tiempo Por ejemplo: las campañas de navidad, escolar, día de la madre, etc.


     Atípicas.- Son las derivadas de una compra extraordinaria. Por ejemplo: las compras por oportunidades de oferta, para cumplimiento de pedidos atípicos o para atender licitaciones obtenidas, entre otras.


      Necesidades Permanentes:


     Son las que se mantienen en el tiempo. Se financian con recursos propios o pasivos de largo plazo. Se clasifican en:


     Activos Fijos, que pueden ser muebles o inmuebles.


     Una parte del Activo Circulante, que no está financiado por los recursos cíclicos del negocio, y que permanecen en el activo de la empresa.


      ALTERNATIVAS DE FINANCIAMIENTO PARA LAS PEQUEÑAS EMPRESAS


      Las podemos agrupar de acuerdo al plazo en el que se otorgan. Tener presente que a medida que el plazo se alarga, es recomendable reforzar las garantías (hipotecarias, prendarias, etc.).  Estas alternativas pueden ser:


    De Corto Plazo, para Capital de Trabajo, cuya permanencia es menor o igual al ciclo del negocio A Mediano y Largo Plazo, para Activo Fijo o Circulante, cuya permanencia es superior al ciclo del negocio.

      Capital de Trabajo Neto:


     La definición básica de Capital de Trabajo hace referencia a los recursos que requiere la empresa para poder operar (insumos, materia prima, mano de obra, mantenimiento de activos fijos, etc.).


      En este sentido el capital de trabajo es lo que comúnmente conocemos como activo   corriente: efectivo, inversiones a corto plazo, cuentas por cobrar comerciales e inventarios.


      Por su parte, el Capital de Trabajo Neto, se determina de la resta de los activos corrientes y de los pasivos corrientes, lo cual supone determinar los recursos con los que cuenta la empresa para operar si se pagaran todos los pasivos a corto plazo.

    
      CAPITAL DE TRABAJO NETO = ACTIVO CORRIENTE - PASIVO CORRIENTE

    
       Las necesidades de incremento de capital de trabajo neto se pueden originar por:

  
      Ciclo del Negocio (Estacionario):


    Según la estacionalidad del negocio se encontrarán periodos de venta alta, media y baja, dando lugar a ciclos de negocio, con necesidades de capital de trabajo propias.


    Es importante determinar cuál es el porcentaje de variación de las ventas en cada ciclo del negocio ya que nos ayudará a determinar cuáles son sus necesidades reales de financiamiento y el plazo de pago adecuado.


      El Crecimiento del Negocio:


    Cuando un negocio se encuentra en crecimiento, el capital de trabajo tendrá la misma tendencia y los requerimientos de capital estarán vinculados a las necesidades permanentes, ya que estos se mantendrán dentro del capital de trabajo incrementado.


     Es importante determinar un plazo adecuado (mediano plazo) ya que el capital incrementado se mantendrá en el negocio, producto del crecimiento de la empresa.


      La Oportunidad del Negocio:


    Cuando se da una oportunidad de negocio en la empresa que pueden ser las ofertas de proveedores por campaña, licitaciones obtenidas, pedidos atípicos, etc.


     Es importante analizar que la ganancia de esta oportunidad de negocio sea superior al costo del financiamiento.


     Los Cambios en las Políticas de Crédito:


     Si nuestro cliente cambia sus políticas de venta (inicia ventas al crédito, incrementa los plazos de crédito y/o el porcentaje de ventas al crédito, aumenta el monto máximo de crédito, etc.) y no cuenta con la contraparte de sus proveedores (no hay aumento de compras al crédito, plazos de créditos, etc.), será necesario un incremento del capital de trabajo para cubrir dichas necesidades de financiamiento.


     Deberá analizarse si estas políticas son temporales o permanentes, a efecto de determinar el plazo (corto o mediano plazo).


     Activo Fijo:


     Se refiere a los bienes de naturaleza permanente, necesarios para desarrollar las funciones de una empresa.


    La proporción del activo fijo con relación al capital no es el mismo en todas las empresas, mientras unas necesitan emplear la mayor parte del mismo en maquinarías, (instalaciones, herramientas, etc.) como en el caso de las empresas industriales; en otras apenas precisan activos fijos para definir sus actividades  como en el caso de las empresas distribuidoras o de servicios. Por ello es necesario conocer las características y el objeto fundamental de la empresa, así mismo, al momento de la evaluación, es importante tener claro el análisis económico y financiero de esta inversión.


       a) Por su naturaleza, puede clasificarse en:


     Tangibles: Representan la inversión que tiene la empresa en bienes como maquinarías, instalaciones, muebles y enseres, terrenos, edificios, equipos, etc, los cuales están sujetos a depreciación. 

       Pueden ser:


       Bienes Muebles: maquinaria, equipos, mobiliario, etc.

       Bienes Inmuebles: Inmuebles en que opera la unidad empresarial.


   Intangibles: Este grupo estará formado por aquellas cuentas que representan bienes inmateriales o derechos jurídicos, los cuales están sujetos a amortización. Suelen tener un carácter de inversión permanente y ser necesarios para la obtención de los objetivos principales de la empresa. Las cuentas principales que representan este grupo del activo suelen ser patentes, marcas de fábrica, concesiones, franquicias o derechos de explotaciones, fondo de comercio, etc.


       b)  Según la necesidad de inversión, pueden ser:


     Por incremento de capacidad Instalada: Cuando la empresa se encuentra en crecimiento y su capacidad instalada se encuentre cercana al 100% de uso. En estos casos deberá analizarse la proyección de crecimiento de la empresa con la finalidad de definir las necesidades reales de la ampliación de la capacidad instalada.


    Reposición por antigüedad: Con la finalidad de mantener competitividad la empresa debe reponer sus activos antiguos o desfasados, por activos de características más modernas y competitivas.


     Cambio Tecnológico: Las empresas que tengan como una de sus fortalezas la tecnología, tendrán que estar al pendiente de la obsolescencia por cambios tecnológicos y científicos. Es importante al momento de definir el plazo del crédito, determinar cuál será el plazo de vigencia tecnológica, si bien el cálculo es impredecible, es importante ser conservador en los plazos a otorgar.


  Repotenciación: Se da cuando la empresa se ve en la necesidad de realizar una repotenciación o mejora importante en un equipo con la finalidad de ampliar su tiempo de vida útil. Es importante tener claro que la repotenciación prolongara el tiempo de vida del activo, sin embargo, esta no tendrá las mismas condiciones que un equipo nuevo.


Referencias:
   
     C. L. Gootkind. Alternative Asset Valuation and Fixed Income, Program Curriculum Volume 5 Level II 2013, CFA® Institute Ed. Boston: Pearson Custom Publishing, Reading 42, 2013.


  I. Lozano, Guía de evaluación de créditos pequeña empresa, disponible en https://www.monografias.com/trabajos94/guia-evaluacion-creditos-pequena-empresa/guia-evaluacion-creditos-pequena-empresa2.shtml


    R. A. Jarrow and D.R. van Deventer, Alternative Investment and Fixed Income, Program Curriculum Volume 5 Level II 2014, CFA® Institute Ed. Boston: Pearson Custom Publishing, Reading 45, 2014. MEDICION DEL RIESGO CREDITICIO, UPB - INVESTIGACIÓN & DESARROLLO, No. 14, Vol. 2: 5 – 25 (2014) 25
    
  S. A. Vargas. “Valoración Económica de Empresas mediante la aplicación de flujos descontados, modelos de creación de valor y múltiplos de mercado.” Revista de Investigación & Desarrollo, vol. 13, no. 1, pp. 81 – 97, 2013. 

    R. A. Jarrow and D.R. van Deventer, Alternative Investment and Fixed Income, Program Curriculum Volume 5 Level II 2014, CFA® Institute Ed. Boston: Pearson Custom Publishing, Reading 45, 2014.







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