Formación, Aprendizaje y Gratitud: Reflexiones de mi Experiencia laboral en Banco Pichincha y Credife


Mi paso por Banco Pichincha y Credife representó mi primera experiencia laboral formal y fue la base sobre la cual construí mi trayectoria profesional. En este espacio no solo consolidé mis conocimientos técnicos, sino que descubrí el valor de la formación continua, el poder del aprendizaje en la práctica y la importancia de la gratitud hacia las personas y equipos que hicieron parte de este camino.



Más allá de un empleo, esta etapa significó un verdadero proceso de crecimiento profesional y personal, inicié como asistente operativo en Credifé, donde di mis primeros pasos en el mundo financiero aprendiendo la validación y verificación del estricto cumplimiento de las políticas, requsitos y condiciones creditias; posteriormente pasé al área de balcón de servicios de Banco Pichincha, un rol que me enseñó la importancia de la calidez en la atención al cliente, agilidad y la resolución de problemas en primera línea; seguidamente ascendí a oficial de negocios, donde descubrí mi pasión por conectar con la gente y ayudarles a alcanzar sus metas financieras; y posteriormente a Administrador de agencia, un rol desafiante que consolidó mi liderazgo y visión estratégica, donde confirmé que las instituciones son escuelas vivas que nos forman en valores, competencias y propósito.




Estrategia y Cultura: un aprendizaje desde la práctica

Durante mis años en la institución, confirmé que la estrategia no se limita a documentos corporativos, sino que se vuelve real en la interacción con clientes y equipos. La alineación estratégica, entendida como la coherencia entre visión, procesos y acciones, es la clave para convertir objetivos en resultados sostenibles (Kaplan & Norton, 2004).

Por su parte, la cultura organizacional (Schein, 2010) se vive en cada gesto, en la forma en que se abordan los desafíos y en la manera en que los equipos integran propósito y compromiso. En Banco Pichincha y Credife experimenté cómo los valores organizacionales se convierten en motor de cohesión y resiliencia.




Inclusión Financiera Genuina: Gestión en territorio

Una de las experiencias más significativas fue realizar gestión de campo en territorios rurales y remotos. Viajar en gabarra, canguro, canoa o cruzar puentes de caña, siempre con las botas úestas y el compromiso intacto, me permitió entender que la inclusión financiera genuina consiste en llegar a lugares donde otros no llegan, escuchando necesidades y ofreciendo soluciones reales.

El acceso a servicios financieros no es solo un mecanismo de crédito o ahorro, sino una herramienta de equidad y movilidad social (Demirgüç-Kunt et al., 2018). Vivir estas experiencias reafirmó en mí que la banca con propósito transforma realidades y genera confianza cuando acompaña el día a día de sus clientes.

No importa el medio, lo esencial es llegar donde está la razón de ser de la inclusión financiera: el cliente. La verdadera vocación de servicio permite disfrutar del camino, valorar cada paso y reconocer que detrás de cada operación existe una historia de vida, un esfuerzo comunitario y un proyecto de desarrollo. En este sentido, la inclusión financiera deja de ser un concepto técnico y se convierte en un compromiso humano con quienes históricamente han estado al margen del sistema económico formal.

Además, la experiencia de llegar a comunidades rurales me enseñó que la inclusión no se limita al acceso, sino que implica acompañamiento, educación financiera y empatía cultural (Alliance for Financial Inclusion [AFI], 2020). Solo así los servicios financieros cumplen su misión de ser instrumentos de bienestar sostenible, fortaleciendo la confianza y generando arraigo en cada relación construida.

En retrospectiva, cada travesía por ríos, caminos improvisados o senderos rurales fue también un viaje interior: aprender a mirar la realidad desde la perspectiva del cliente, desarrollar resiliencia en entornos adversos y reafirmar que la verdadera innovación no siempre está en la tecnología, sino en la capacidad de estar presentes allí donde la necesidad es mayor.






Capacitación y alineamiento estratégico: personas al centro

Participar en capacitaciones, programas de alineamiento estratégico y formación de equipos me dejó la convicción de que el desarrollo institucional inicia con el desarrollo de las personas.

La estrategia se convierte en acción cuando los colaboradores la entienden y la sienten como propia. Como señalan Mintzberg, Ahlstrand y Lampel (2005), la gestión estratégica es un proceso colectivo, donde la visión debe ser compartida para generar impacto.

Cada jornada de capacitación fue un espacio de aprendizaje mutuo, donde se fortalecieron competencias, se alinearon objetivos y se consolidó el sentido de pertenencia.


Difusión de productos y servicios: la estrategia en el cliente

Otra faceta fundamental fue la difusión de productos y servicios financieros, las frecuentes activaciones de marca en diversas zonas . Aquí comprendí que la estrategia no solo se diseña, sino que debe comunicarse con claridad y adaptarse a las necesidades del cliente.

La verdadera inclusión ocurre cuando los productos financieros son percibidos como accesibles, comprensibles y útiles (Kotler & Keller, 2016). La cercanía, la escucha activa y la simplicidad en la comunicación fueron herramientas esenciales para generar confianza y vínculos sostenibles.




Integración y cultura organizacional: fortalecer lazos

Los espacios de integración nacional y celebraciones en equipo fueron recordatorios de que la cultura organizacional también se construye en la convivencia. Estos momentos no son accesorios, sino que refuerzan la identidad institucional y generan cohesión entre colaboradores (Hofstede, Hofstede & Minkov, 2010).

La celebración de logros, cumpleaños e hitos colectivos fortaleció un sentimiento de pertenencia que potencia la productividad y refuerza el compromiso con la misión organizacional.


Responsabilidad social y actividades deportivas: bienestar integral

Mi experiencia también incluyó la participación en actividades deportivas y programas de responsabilidad social. Estas iniciativas reflejan el compromiso institucional con el bienestar de sus colaboradores y con el desarrollo de la comunidad.

La responsabilidad social corporativa (Carroll & Shabana, 2010) no es filantropía aislada, sino una estrategia que genera valor compartido, construye confianza y refuerza la reputación. Por su parte, las actividades deportivas fomentaron salud, disciplina y trabajo en equipo, alineados a una visión de bienestar integral.




Síntesis y legado

Cada vivencia en Banco Pichincha y Credife me dejó una huella de gratitud y aprendizaje. Desde los recorridos en campo hasta las integraciones nacionales, desde las capacitaciones hasta las actividades sociales y deportivas, descubrí que el verdadero motor de las instituciones financieras está en su capacidad de alinear estrategia, cultura y propósito con el bienestar de las personas.

La inclusión financiera genuina se construye paso a paso, cruzando puentes literales y simbólicos, generando confianza y creando oportunidades en territorios donde el acceso financiero parecía imposible.

Hoy, llevo conmigo el legado de una experiencia que me reafirma en mi vocación por la inclusión, la gestión con propósito y la convicción de que el verdadero crecimiento es aquel que se comparte.


Referencias alineadas a mi experiencia:

Carroll, A. B., & Shabana, K. M. (2010). The business case for corporate social responsibility: A review of concepts, research and practice. International Journal of Management Reviews, 12(1), 85–105.

Demirgüç-Kunt, A., Klapper, L., Singer, D., Ansar, S., & Hess, J. (2018). The Global Findex Database 2017: Measuring financial inclusion and the fintech revolution. World Bank.

Hofstede, G., Hofstede, G. J., & Minkov, M. (2010). Cultures and organizations: Software of the mind (3rd ed.). McGraw-Hill.

Kaplan, R. S., & Norton, D. P. (2004). Strategy maps: Converting intangible assets into tangible outcomes. Harvard Business School Press.

Kotler, P., & Keller, K. L. (2016). Marketing management (15th ed.). Pearson.

Mintzberg, H., Ahlstrand, B. W., & Lampel, J. (2005). Strategy safari: A guided tour through the wilds of strategic management. Simon and Schuster.

Schein, E. H. (2010). Organizational culture and leadership (4th ed.). Jossey-Bass.

Yunus, M. (2017). A world of three zeros: The new economics of zero poverty, zero unemployment, and zero net carbon emissions. PublicAffairs.

https://www.pichincha.com/


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